Como elegir un radiador toallero para tu baño
Ya sea porque vives en una zona húmeda o porque cuando te duchas tienen que ir en tu rescate (o directamente cortarte el agua caliente) para que salgas, tener un radiador toallero en el baño será tu gran aliado contra las toallas mojadas.
Si estás pensando en comprar uno, vamos a ver cómo elegir un radiador toallero para tu baño y te enseño lo fácil que es instalarlo.
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En mi caso se juntaba vivir en Galicia, con que me encanta salir de la ducha con la piel roja como una gamba cocida, así que tener un radiador para quitar la humedad de las toallas era algo que tenía que tener.
Fuimos posponiendo su compra porque al vivir de alquiler estábamos con la sombra de tener que irnos algún día y dejarlo allí (por los agujeros en las baldosas), pero ahora que lo tenemos me acuerdo de todas las veces que cogimos la toalla húmeda antes de secarnos con ella y me arrepiento de no haberme hecho antes con uno.
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Lo primero que tienes que tener en cuenta para tomar la decisión es qué tipo de toallero quieres. Existen dos modelos de radiadores para toallas: de agua y eléctricos.
La principal diferencia es que los radiadores de agua necesitan una caldera y están conectados al sistema central de calentadores, por lo que no son independientes y sólo funcionarán cuando tengas la calefacción encendida. Sin embargo, los radiadores eléctricos sólo necesitan una toma de electricidad y funcionan de forma totalmente independiente al resto de elementos de calor que tengas instalados.
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En casa lo tuvimos claro, elegimos un toallero eléctrico por la comodidad de su instalación, pero sobre todo por el hecho de que sea un elemento independiente para poder encenderlo cuando nos venga bien.
Después de decidir qué tipo de radiador es el más adecuado para tu baño, es el momento de pensar donde colocarlo. Lo mejor es que esté cerca de la ducha o de la bañera, pero debemos tener en cuenta una distancia de seguridad de al menos 60 centímetros (sobre todo si elegimos un toallero eléctrico), para evitar sustos con las salpicaduras. Además es importante contar con un toma de electricidad cerca para poder enchufarlo.
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La instalación en el caso de un toallero eléctrico es muy sencilla. Tan sólo hay que fijarlo a la pared con los mecanismos que trae y conectarlo a una toma eléctrica.
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En casa aprovechamos la llave de la luz para conectarlo directamente ahí para evitar un nuevo enchufe a la vista. La electricidad no es lo mío y aprovechando que venía el electricista le pedimos ayuda para la instalación, así nos aseguramos que quedaba perfecto.
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Y para terminar de disfrutarlo siempre en buenas condiciones, debemos tener en cuenta el mantenimiento. Los radiadores eléctricos no tienen un mantenimiento especial, tan sólo debemos mantenerlos limpios. En el caso de los toalleros de agua, es necesario purgarlos de forma periódica para eliminar el aire del circuito.
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Ahora que ya sabes las diferencias entre los distintos tipos de radiadores para toallas, sólo queda decidir cuál es para ti.
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Nosotros elegimos el modelo Cicsa ZX 1120 500 de Leroy Merlín. Llevamos usándolo desde enero y hasta ahora sólo puedo decir cosas buenas de él. El cambio de coger una toalla calentita y secarte con ella es tremendo. Incluso en días en los que no hace demasiado frío, es algo que se agradece un montón.
Os dejo una foto del modelo y el enlace para que podáis verlo directamente en la web de Leroy.
