Una cocina reformada sin obras y con un presupuesto muy bajo

Hoy os traigo un antes y después de los que más me gustan. Primero porque es una casa 100% real, y después porque es un trabajo hecho sin obras, con un presupuesto muy bajo pero sobre todo fácil de hacer y con un resultado inmejorable.
Hace tiempo que sigo a Sandra en sus dos blogs, primero en Treinta y… Diario de una treintañera y ahora también desde que se ha lanzado a la piscina, en Hogar treinta y… Si no conocéis sus blogs, os recomiendo que paséis a echarles un vistazo, con el primero seguro que os arranca una buena carcajada con sus post y del segundo, seguro que sacáis alguna idea para poder hacer en vuestra casa.
Con las presentaciones hechas, vamos al lío que se que estáis deseando ver el paso a paso de la renovación de su cocina.
Estos son los pasos que ha seguido Sandra para renovar su cocina sin obras.

Paso 1. Pintar los azulejos

Aplicando una mano de pintura (o dos, según el color) sobre los azulejos, empezaremos a ver los resultados. En este caso ya eran de color blanco, pero con el paso del tiempo estaban desgastados y las juntas necesitaban un buen repaso.

A la izquierda podéis ver el antes y a la derecha el después. ¿Mucho mejor, verdad?

Podéis ver más información en el post sobre Pintura para azulejos del blog de Sandra.

Paso 2. Cambiar el suelo

Con los azulejos listos, llega el turno del suelo.
Las baldosas antiguas, además de horribles son difíciles de mantener limpias y por mucho que nos esmeremos en la decoración del resto de la habitación, harán que cualquier cosa nos quede horrible. La mejor opción si no queremos meternos en obras, es colocar un suelo vinílico sobre ellas.
Son económicos, fáciles de instalar y el resultado es perfecto.
Tenéis un montón de acabados diferentes y no os preocupéis porque este tipo de suelo resiste perfectamente la humedad por lo que son perfectos para cocinas y baños y se pueden fregar sin problema.
En Leroy Merlín tienen un montón de diseños diferentes, tanto en formato loseta como lama (imitando a la tarima), podéis ver los modelos disponibles en su web, os van a encantar!
¿Qué opináis del cambio? ¿Genial, verdad?

Paso 3. Las encimeras

No se porque, pero en la mayoría de cocinas antiguas, las encimeras tienen mil problemas. O no llegan al final de la pared, o no son iguales, etc.  Según el estado en el que se encuentren, valoraremos si «arreglarlas» o cambiarlas.
En este caso, Sandra optó por las dos opciones.
La zona de trabajo la mejoró añadiendo unas losetas vinílicas que tenía de un proyecto anterior. Además colocó una gran tabla de corte de madera. Esta opción es perfecta porque tapa por completo las imperfecciones y además nos sirve de zona de trabajo o para apoyar las tarteras calientes.
En la otra zona de la cocina, la encimera tenía un problema mayor y es que no llegaba hasta el final, dejando un hueco sobre la lavadora que no tenía sentido ninguno! En este caso no había «apaño» posible, así que la mejor solución fue comprar una encimera sencilla que combinara con el resto de la cocina y por menos de veinte euros, estrena encimera nueva!

 

Paso 4. Ideas útiles para ganar espacio

Si como en el caso de esta cocina, en la vuestra también tenéis poco espacio, lo mejor será buscar soluciones que os ayuden a ganar almacenaje. Sandra utilizó estos tres rincones que antes estaban desaprovechados y la verdad es que así su cocina ganó bastante almacenaje.

 

 

Paso 5. Renovar el aspecto de la nevera

Para darle un aire nuevo a vuestros electrodomésticos tenéis varias opciones. Podéis optar por pintarlos con pinturas especiales, chalk pain o colocar un vinilo con el acabado que más os guste.
En su post sobre Como renovar el frigorífico, podéis ver lo que hizo Sandra para renovar el suyo.
Y ahora por fin, el resultado final. Creo que el trabajo y todo el esfuerzo invertidos en esta reforma merecen la pena. A mi no me puede gustar más!

 

 

 

 

 

¿Qué os parece el cambio? 
Espectacular, verdad?